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«El cuento de la criada» y su influencia en la moda contemporánea

La serie, fruto del imaginario de Margaret Atwood en forma de novela, plantea un futuro distópico donde la moda juega un papel vital. Descubrimos todos los detalles de la influencia de la ficción en la actualidad.

Religión, feminismo, crítica social y moda (entre otros muchos factores) se dan la mano en la ficción de HBO. La adaptación de la novela homónima de 1985, conducida por Bruce Miller, cuenta con Elisabeth Moss como actriz principal. ‘El cuento de la criada’ viaja al año 2005 y plantea una sociedad en ruinas donde los recursos están agotados. Además, la humanidad se enfrenta a una de las peores crisis de natalidad nunca vista. Como consecuencia, se origina una reorganización social (con una gran influencia religiosa) que divide la sociedad en un sistema de castas. En este duro contexto nace la figura de la criadas, las únicas mujeres fértiles obligadas a poner su cuerpo al servicio de un poderoso grupo de hombres con el único objetivo de asegurar la reproducción.

La serie, que empezó su emisión en 2017, aparece en un momento en que los roles femeninos, la concepción del cuerpo y la sexualidad de la mujer están en el ojo del huracán. Las criadas, vestidas con un sombrero-cofia y uniforme color rojo sangre, se han convertido en un icono de la moda que numerosas firmas emplean como inspiración. En talentiam analizamos cómo ha influido la ficción en el sector Fashion-Retail.

'El cuento de la criada' y su influencia en la moda contemporánea @Harper's Bazaar
‘El cuento de la criada’ y su influencia en la moda contemporánea @Harper’s Bazaar

«Nunca deberían habernos dado uniformes si no querían que seamos un ejército»

La tendencia militar (o military trend) protagoniza más editoriales que nunca. Los uniformes, prendas icónicas de este estilo, son una pieza clave en ‘El cuento de la criada’. La frase «Nunca deberían habernos dado uniformes si no querían que seamos un ejército», formulada por la protagonista de la serie, supuso un antes y un después en el desarrollo de la ficción. Formar parte de un ejército es sinónimo, en el universo de la moda, de diseños utilitarios donde la funcionalidad alcanza su máxima importancia. Un buen ejemplo del auge de esta tendencia es la firma londinense M.C.Overalls, fundada en 1908 pero reestablecida (curiosamente) en 2017. La marca británica formula contemporáneos diseños con un eje en común: las prendas creadas para los trabajadores. M.C.Overalls propone diseños funcionales y atractivos que generan verdaderos ejércitos de la moda.

'El cuento de la criada' y la tendencia militar @M.C.Overalls
‘El cuento de la criada’ y la tendencia militar @M.C.Overalls

Color e identidad

La paleta cromática posee un especial poder en ‘El cuento de la criada’. Las protagonistas, teñidas de rojo pasión, simbolizan la fertilidad y la sangre. El principal objetivo de estas figuras es asegurar la reproducción y el color de sus ropas así lo defiende. La feminidad bebe de la tonalidad que desprende pasión y sensualidad en todas sus variantes. El color rojo se ha convertido en símbolo del poder feminista y de luchas relacionadas con la causa como la petición del derecho al aborto de varias naciones. La mujer en rojo crea su propia identidad y firmas como Gucci, Parlem Harding y Brandon Maxwell han adoptado este tono en sus colecciones Spring/Summer 2019.

'El cuento de la criada' y el poder del color rojo @Gucci @Parlem Harding @Brandon Maxwell
‘El cuento de la criada’ y el poder del color rojo @Gucci @Parlem Harding @Brandon Maxwell

El sombrero estilo cofia: la represión de la mujer y el poder de la religión

Uno de los elementos característicos del atuendo de las criadas es la cofia blanca. Estos tocados – originarios de la Edad Media – gozaron de su máxima popularidad en la Inglaterra del siglo XII gracias a la llegada de las influencias protestantes de Holanda. A lo largo del siglo XX adoptaron una profunda relación con el universo profesional y el uniforme. El modelo que lucen las criadas – especialmente cerrado – limita su campo de visión y anula su personalidad. De este modo se convierten en ganado reprimido que siente, de forma directa, como se limita su poder de decisión individual. Diseñadores como Vera Wang, Valentino y Mila Schön han incluido en sus últimos desfiles una versión propia inspirada en el tocado de ‘El cuento de la criada’. 

'El cuento de la criada' y el sombrero cofia @VeraWang @Valentino @MilaSchon
‘El cuento de la criada’ y el sombrero cofia @VeraWang @Valentino @MilaSchön

Opresión y empoderamiento según Vaquera

La firma Vaquera presentó, el pasado 2017, una colección con la que paradójicamente simboliza al mismo tiempo opresión y empoderamiento en una sinagoga neogótica del Lower East Side. Todas las propuestas de la colección están cargadas de simbolismo y recordaban a las capas rojas y los sombreros blancos con los que visten las criadas en la ficticia República de Gilead. Una adaptación contemporánea que plantea las mismas problemáticas que la serie y que defiende la libertad de la mujer.

'El cuento de la criada' y la adaptación de @Vaquera
‘El cuento de la criada’ y la adaptación de @Vaquera

‘El cuento de la criada’ deja atrás la ficción para convertirse en una realidad social. Margaret Atwood creó en 1985 un relato que se adapta, a la perfección, al contexto de nuestro días. Este análisis demuestra, una vez más, como moda y sociedad van de la mano para hacer historia. Si quieres seguir nuestras publicaciones y estar a la última de las novedades del sector Fashion-Retail, síguenos en nuestras Redes Sociales (InstagramFacebook y Twitter). ¿Tú también eres fan de ‘El cuento de la criada’?

Sostenibilidad

Los tejidos más sostenibles al alcance de nuestra mano

En talentiam queremos daros la información necesaria para que conozcáis cuáles son los tejidos menos contaminantes y que tengáis la oportunidad de comenzar a ser más sostenibles sin perder de vista la moda. ¿Cuántos de ellos conocíais ya?

En el mes que se celebra el día de los océanos hemos querido dedicar un post a la importancia que tiene la elección de los tejidos de nuestras prendas a la hora de comprar moda.

Cada granito de arena cuenta, y mucho, a la hora de frenar el cambio climático y conseguir un planeta más sostenible. Los datos son alarmantes y debemos asumir nuestra responsabilidad de manera inmediata si queremos seguir viviendo la vida tal y como la conocemos.

Según estudios recientes, en Europa se desechan seis millones de toneladas de productos textiles al año y sólo un 25% son reutilizados. Unas cifras que, sin duda, hacen que tu huella ecológica tenga un mayor impacto en el cuidado del planeta; ya que la industria textil es la segunda más contaminante después de la del petróleo. Pero ¿conocemos realmente las razones por las cuales nuestra ropa contamina tanto?

Más allá del consumo de agua, la emisión de tóxicos o los vertidos de sustancias contaminantes al agua, nuestro ecosistema se ve atacado por una amenaza aún mayor pero imperceptible a nuestros ojos: las microfibras.

En los últimos años se ha descubierto que las microfibras sintéticas que se desprenden al lavar nuestra ropa están contaminando el agua de nuestros océanos, además de ser asimiladas por los organismos acuáticos.

microfibras contaminación sostenibilidad
actividades-mcp.es

La alarma se ha disparado cuando se ha publicado un estudio realizado por la Universidad de California, en el que se puede leer que como media se desprenden 1,7 gramos de microfibras en cada lavado. Esas fibras viajan por el sistema de desagüe hasta alcanzar ríos, lagos y océanos.

Las microfibras sintéticas son muy peligrosas ya que contienen sustancias tóxicas que son asimiladas por los animales y se van bioacumulando a lo largo de la cadena trófica hasta llegar a nosotros.

Algunas compañías han comenzado a fabricar nuevos tejidos utilizando botellas de plástico recicladas que a primera vista parece una magnífica solución. Sin embargo, en su elaboración las botellas se transforman en millones de microfibras para confeccionar las prendas de vestir. La comunidad científica cuestiona esta estrategia ya que esta solución puede llegar a ser incluso más contaminante que reciclar esa botella.

No son sólo un problema que afecta a los océanos sino también a las aguas continentales. Según Abigail Barrows, principal investigadora del Global Microplastics Initiative, en más de 2.000 muestras analizadas procedentes de agua dulce y marina  (90% de las muestras) están presentes las microfibras. Es decir, están presentes en nuestro día a día y pueden traernos consecuencias terribles en un futuro que aún ni si quiera conocemos.

Siempre la mejor solución es dejar de utilizar prendas elaboradas con tejidos sintéticos y optar por tejidos naturales, además de minimizar el uso de productos elaborados con plástico. Hemos estado investigando cuáles son los tejidos biodegradables más sostenibles y seguro que muchos de ellos ya los conocías:

Tencel o Lyocell

El tejido más sostenible y ecológico. Es una fibra 100% natural, de origen vegetal que se obtiene a partir de la pulpa de la madera mediante un proceso de fabricación totalmente ecológico. Se produce exclusivamente a partir de la pulpa de madera de árboles de eucalipto certificada por el Forest Stewardship Council (FSC) y la fibra lleva el sello de calidad Pan-European Forest Council (PEFC).

Los tejidos fabricados con lyocell son resistentes, tienen tacto suave y se drapean tan fácilmente como la seda. Además tiene la propiedad de absorber la humedad en función de la temperatura de la piel, y por eso llevarlo resulta tan cómodo. Es perfecto para las personas de piel sensible. También es muy resistente a la formación de arrugas y se puede lavar en lavadora. Podemos encontrarlo en acabados varios como el denim, satinados y brillantes o punto tejido parecido a las camisetas de algodón aunque muchísimo más suave. Al ser una fibra natural también es biodegradable, lo que convierte su vida en un proceso circular.

oceanos sostenibilidad tejidos
islabonitamoda.es

Algodón orgánico

Cultivado en campos sin pesticidas, herbicidas, fertilizantes químicos sintéticos y sin químicos tóxicos, que muchas veces tu cuerpo absorbe al estar en contacto con tu piel. Además debería ser cultivado en condiciones justas para los trabajadores. Cada vez son más las cadenas de fast fashion que se han unido a contar entre su colección con prendas fabricadas en este tejido. Puedes encontrarlas por su etiqueta distintiva en tiendas como H&M, C&A o Zara.

Lino

Confeccionado a partir del tallo del lino o linaza (Linum usitatissimum). Su cultivo se remonta al antiguo Egipto (siglo IV a.C.).  Es una fibra natural reciclable y sostenible que tiene muchísimos usos gracias a su resistencia y gran versatilidad. Es perfecto para el verano ya que transmite una gran sensación de frescor y que además ¡es tendencia!

Lana orgánica

Es lana proveniente de ovejas con pastos orgánicos y toda su limpieza se hace sin aditivos, blanqueadores o solventes. Su resultado es un tejido de larda duración, biodegradable, muy resistente e hipoalergénico.

Bambú

Se hace con la pulpa del bambú y se blanquea sin cloro, se saca muy fácilmente y no necesita ningún químico, además necesita menos agua que otras telas para su elaboración. Es antimicrobiana, tiene propiedades antialérgicas, protege de las radiaciones ultravioletas y es un regulador termal (cálido en invierno y fresco en verano).

Cáñamo

Confeccionado a partir del tallo de la planta de Cannabis, también es un tejido muy antiguo, en China se hace referencia a su explotación desde hace unos 8000 años.
Produce un tejido suave y delicado con el que se puede producir desde fina lencería hasta vestidos de alta costura.

Si algo nos debe quedar claro es que el cambio climático es una realidad, que la destrucción de nuestros océanos no tendrá vuelta atrás y que debemos empezar a tomar conciencia de ello a nivel individual desde ya. Esperamos que este post os haya animado a empezar con un estilo de vida más sostenible sabiendo que no está reñido con la moda y estar a la última en tendencias.

Nos interesa mucho vuestra opinión, por eso nos gustaría saber qué os ha parecido y qué tipo de contenido un gustaría leer próximamente. Os invitamos a seguirnos  en nuestras Redes Sociales (InstagramFacebook y Twitter). ¡Bienvenido a la familia talentiam!

Retail/Moda

¿Por qué ya no son tan asequibles los precios del «fast fashion»?

Las nuevas tendencias del mercado se traducen en un incremento en el precio de las prendas del «fast fashion». Sigue leyendo si quieres descubrir el por qué de este fenómeno que está cambiando las reglas de la industria.

El «fast fashion» está en pleno proceso de cambio. La economía global, las nuevas preocupaciones del consumidor y la velocidad que exige el mercado son factores clave de esta evolución. Asimismo, la compleja situación política a nivel internacional también entra en juego. La suma de todos estos puntos genera que la moda «low cost» replantee una de sus principales características: la asequibilidad de sus precios. El poder de la economía circular ejerce presión en una industria que ha sido cuestionada por posibles desigualdades y abusos que ofrece la Tierra. En talentiam apoyamos una moda con conciencia y analizamos el por qué de la subida de precios del sector ‘fast fashion’.

Fábrica de moda en Asia @ocasia.es
Fábrica de moda en Asia. @ocasia.es

La «neo relocalización» de la moda (o el nacimiento del “nearshoring”)

La producción en puntos de Asia ya no es tan económica como antes. La lucha por los derechos humanos ha logrado que los salarios de los trabajadores de las fábricas asiáticas sean más altos. Ahora los ‘puntos calientes’ de fabricación a nivel mundial están bajo la lupa de las principales organizaciones de derechos humanos. Este cambio ha producido que la brecha entre los costes asiáticos y los de “cercanía” haya disminuido significativamente.

Países como Estados Unidos ven su futuro en México y zonas como Europa encuentran en Turquía, Portugal y el Norte de África puntos estratégicos para conseguir una producción rápida y a un coste razonable para sus intereses. ¿Qué produce esta modificación en la estrategia de algunas compañías de la industria? Ahora encontramos nuevos productos en tiendas como Zara y Mango cada semana, pero el precio de estas prendas asciende como la espuma debido a su fabricación «próxima» denominada «nearshoring».

El ritmo frenético de consumo

Como hemos comentado en el apartado anterior, el «nearshoring» favorece la veloz entrada y salida de productos de las tiendas. Esta nueva tendencia produce un recorte en la cantidad de unidades confeccionadas por modelo pero un ascenso en el número de prendas por colección. Parte de los consumidores (cada vez más deseosos de novedades) no son conscientes de los costes de producción que conlleva este hábito. Los equipos de diseño crecen, la fabricación se dispara y la logística se acelera. Encontrar productos nuevos a diario en las tiendas «fast fashion» es el resultado de un desequilibrio en la cadena productiva que se ve reflejado en lo que gasta el usuario en cada compra.

Costureras trabajan en la fábrica de Crispim Abreu en Serzedelo @elespanol.com
Costureras trabajan en la fábrica de Crispim Abreu en Serzedelo. @elespanol.com

La era del e-commerce

El comercio online escala posiciones a un nivel frenético. Según modaes.es, más de 11,9 millones de consumidores españoles adquirieron en 2017 algún artículo de moda en Internet. Aunque a priori este dato puede resultar sonriente para las empresas, nada más lejos de la realidad. En moda se devuelve cerca del 30% de las prendas que se ha comprado online y este dato pasa factura. Algunos especialistas han bautizado el e-commerce como ‘el negocio de ida y vuelta’ – según elmundo.es – y es un nombre que se ajusta perfectamente a la realidad.

Muchas empresas del sector ya incluyen en sus presupuestos anuales una partida llamada «pérdidas por devoluciones». Éstas perdidas engloban factores como los gastos en logística, los errores humanos en los procesos de devolución o los productos que «desaparecen» en el camino. Empresas como Amazon están comenzando a sancionar a los clientes que devuelven más productos de los que compran pero aún queda un largo camino por recorrer. Para poder lidiar con estas nuevas partidas de gastos que provienen del comercio electrónico, las compañías hinchan los precios de sus productos para equilibrar la balanza.

El auge de la sostenibilidad

«El futuro de la moda será sostenible o no será» defienden muchos titulares estos últimos meses. La tendencia «slow fashion» abre paso con unas prácticas que favorecen la salud del Planeta Tierra. Este nuevo movimiento entiende una moda que respeta las prácticas comerciales justas, evita la explotación infantil y tiene en cuenta las materias primas y los costes medioambientales del transporte. Gigantes del «fast fashion», como el grupo Inditex y Mango, ya cuentan con colecciones «eco-friendly» con las que garantizan su compromiso social y medioambiental.

Eso si, no es oro todo lo que reluce, ya que numerosos expertos apuntan a que este tipo de iniciativas son un «lavado de cara» para la imagen de ambas compañías. Más allá de la polémica que rodea a la llegada de la moda sostenible al universo del «low cost», es un paso más hacia un futuro «eco» y tiene un precio. Zara cuenta con un 90% de tiendas eco‑eficientes y con unas oficinas que consumen energía de fuentes renovables que respetan el medioambiente. Todos estos beneficios ambientales se ven reflejados en el coste final de las prendas.

Who made your clothes campaign @fashionrevolution.org
«Who made your clothes» campaign. @fashionrevolution.org

El «nuevo» consumidor

El «ethical living» se apodera de una sociedad que ve morir su fauna y desaparecer sus bosques. El «nuevo» consumidor se muestra preocupado por el futuro de la Tierra y pone todo su esfuerzo en mejorar su conducta. Esta tendencia, que vemos en numerosos aspectos de nuestra vida, tiene un gran impacto en la industria de la moda. Las ventas descienden porque el usuario se ha vuelto más exigente y rechaza el sistema tradicional. La época de las «vacas gordas» en el sector se ha acabado: ahora ya no todo vale. El consumidor quiere saber de dónde provienen los productos y quién los ha elaborado. De este modo, el «Fashion Revolution» o «fashtivism» deja una huella positiva en el planeta con campañas como «Who made your clothes». La transparencia en las políticas de las empresas de «fast fashion» pasa factura en el precio de venta de sus colecciones.

Una vez analizados algunos de los factores que conducen al aumento de los precios en el universo de la moda asequible, en talentiam nos preguntamos: ¿Nos encontramos ante la desaparición del sistema «fast fashion» tal y como lo conocemos hasta el momento? El tiempo dará respuesta a esta compleja pregunta.

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Retail/Moda

¿Es realmente sostenible comprar a través del ecommerce?

El éxito del comercio electrónico ha cambiado las reglas del juego en industrias como el retail y la moda. Algunos clientes piensan que comprar a través de Internet es beneficioso para el medio ambiente. ¿Es realmente sostenible el sistema ecommerce?

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) acaba de presentar los datos de facturación del comercio electrónico en España en el tercer trimestre de 2018. Los datos hablan por si mismos: los ingresos han aumentado un 29,9% interanual hasta alcanzar los 10.116 millones de euros. Los clientes sienten mayor confianza para realizar sus compras a través de medios electrónicos y las empresas se ven obligadas a adoptar la omnicanalidad para no quedarse atrás en la era digital.

La moda se sitúa como la tercera actividad con más consumidores en Internet en España con un 5,5% del total de compras online a lo largo del último trimestre del 2018. Algunos ejemplos facilitan la compresión de estos datos: el ecommerce de Inditex supone el 12% de las ventas mundiales y Mango espera que en 2019 su ecommerce represente el 20% de las ventas totales.

A simple vista el comercio electrónico parece favorecer la sostenibilidad ya que abandona los puntos de venta físicos y las consecuencias que las tiendas tienen sobre el medio ambiente. En talentiam vamos un paso más allá y analizamos lo que esconde este sistema para poder comprobar cómo no todo es oro lo que reluce.

@Sur/Sac
@Sur/Sac

Ventajas del ecommerce

El sistema de compra electrónica cuenta con una gran baza a su favor: abandonar el punto de venta física supone reducir significativamente la energía eléctrica que demanda una tienda. El aire acondicionado, la calefacción o el uso de luz durante una jornada de 12 horas supone un potente desperdicio de energía para mantener en óptimas condiciones un comercio.

Más allá de la energía útil, el ecommerce relega el dinero físico a un segundo plano. De este modo, favorece la disminución de árboles talados para este fin. Los números son alarmantes: 300 millones de toneladas de papel se requieren cada año para fabricar billetes a escala mundial. La compra-venta en medios digitales no sólo evita el empleo del dinero físico, sino que también alarga la vida del papel moneda que ya se encuentra en circulación. Además, el aumento en el uso de los dispositivos electrónicos para realizar pagos minimiza la posibilidad de dar alas a la economía sumergida.

Por otro lado, las principales compañías del mundo de la moda y el retail apuestan por el ecodiseño. El packaging sostenible va un paso más allá del diseño del producto, también cuida el tipo de materiales utilizados, la separación de los mismos cuando el producto llega a su fase de residuo y la correcta optimización de los medios de producción. Asimismo, también tiene en cuenta la reducción de las emisiones y el uso de energías renovables en la producción del producto. El ecommerce tiene mucho potencial para nuestro futuro si se gestiona desde un punto de vista sostenible.

@Shon Mott FW15 Collection
@Shon Mott FW15 Collection

Desventajas del ecommerce

Entre el fin de los puntos de venta físicos, la reducción del papel moneda y el packaging ecológico encontramos varios factores que derrumban el poder sostenible del ecommerce. La presión en los plazos de entrega del comercio electrónico ha visto subir como la espuma los accidentes en la carretera. El País analizaba la situación el pasado marzo y abría una noticia con el siguiente titular: «La compra ‘online’ dispara el peligro de accidente de las furgonetas». Además, el artículo apuntaba: «Las colisiones en vehículos de transporte ligero suben un 55% por el ‘boom’ del comercio electrónico. La DGT impulsa un plan de acción en un sector con una creciente precariedad».

Amazon es la plataforma favorita de los españoles y también la que peor puntuación obtiene en conducta sostenible. Según dictamina un estudio de Etich, «El sector del transporte supone más del 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero» y «25 pedidos ‘online’ contaminan más que una jornada de compras en coche privado a un centro comercial». Unos datos como mínimo sorprendentes que el usuario debería conocer antes de apostar por la compra en medios digitales.

Dejando el transporte, la alta tasa de devoluciones se suma al desastre biológico del ecommerce. Según informa El Mundo, «En moda se devuelve cerca del 30% de las prendas que se ha comprado online. Esto tiene importantes costes para las empresas de ecommerce. La devolución, por ejemplo, «supone el doble de coste en transporte que una entrega, ya que el proceso logístico se repite, pero a la inversa»».

Sostenibilidad

Alianza de la ONU en favor de la moda sostenible

La ONU se preocupa por la moda sostenible y lo hace a través de diferentes instituciones, organismos, eventos y acciones que ayudan a que la industria sea menos contaminante y dañina con el medio ambiente.

El pasado 14 de marzo tuvo lugar en Nairobi (Kenia) la IV Asamblea de la ONU para el Medio Ambiente. Allí se lanzó la Alianza para la Moda Sostenible con la que se pretende poner fin a prácticas indeseables dentro del sector y dejar de ser la industria más dañina para el medio ambiente.

La moda es la segunda industria que más agua consume y es la causante del 20% de las aguas residuales que se generan en el mundo. Además,  emite medio millón de toneladas de microfibras sintéticas al océano cada año.

Con un aumento considerable en el consumo de ropa (a día de hoy compramos un 60% más de prendas que hace 15 años y conservamos las prendas la mitad de tiempo que antes), no es de extrañar que haya que poner remedios para que la industria sea por lo menos un poco más sostenible.

Además de mirar al medio ambiente, la moda sostenible pone su objetivo también en los impactos sociales del sector. Según la ONU Medio Ambiente, la ‘ecologización’ de la cadena de valor haría que se crearan nuevos empleos en zonas rurales, especialmente implicando a agricultores o personas que trabajan en la silvicultura.

IV Asamblea ONU moda sostenible
Fashionnetwork.com

Con estas Asambleas, la organización quiere convertirse en la plataforma que una a las instituciones, industria y empresas, para aplicar mejores prácticas y optimizar su difusión. Desde cuáles son los procesos que deben implantarse para ser más sostenibles, hasta las certificaciones que existen en el mercado, son aspectos a resolver para muchas de las empresas y de los operadores del sector.

En el evento hubo diferentes instalaciones de moda «pop-up», contó con invitados especiales y con la modelo Nadya Hutagalung y la estrella del pop Karry Wang, como embajadores de Buena Voluntad de la ONU. También pudieron verse una serie de historias cortas de actores clave del sector y presentaciones interactivas impartidas por expertos en moda sostenible.

Además de este evento, la Alianza de Naciones Unidas ayuda a que se lleven a cabo otras iniciativas como la de Moda Ética lanzada por la ONU y la Organización Mundial del Comercio, que llevan a cabo foros anuales donde se implica a empresas del sector como H&M, Hugo Boss o Gap. También ha creado una plataforma y un diálogo común para agencias de la ONU como la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, que esta promoviendo la Moda Azul, es decir, moda que utiliza materiales marinos sostenibles y protege las tierras cultivables; el centro de Comercio Internacional que ha establecido la Iniciativa de Moda Ética para destacar a los artesanos del mundo en desarrollo; y ONU Medio Ambiente que esta presionando a los gobiernos para que fomenten el uso de práctivas más sostenibles en la fabricación.

La industria de la moda mueve muchos recursos, tanto económicos como sociales, y como comentábamos es una de las insdustrias más contaminantes del planeta, por lo que necesitamos cambiar de forma radical la manera de producir y como usuarios, la forma de consumir. Las colecciones más sostenibles estan cobrando protagonismo día a día y el futuro de muchas empresas esta precisamente en esta tendencia hacia lo sostenible.