Recursos humanos

El síndrome de Wendy puede afectar a tu carrera: te contamos de qué se trata al detalle

El síndrome de Wendy es más habitual de lo que imaginas y afecta en lo personal y en lo laboral, normalmente a mujeres. Hablamos de este concepto tan popular a día de hoy.

En más de una ocasión lo hemos comentado, ser felices en nuestro trabajo depende más de nuestras cualidades personales que profesionales. Conocer cómo funciona un programa informático o ganar habilidades creativas se puede trabajar, pero nuestros atributos y defectos son más complejos. En el día de hoy queremos hablar de un patrón de comportamiento que se repite mucho en nuestra sociedad y que tiene un curioso nombre, síndrome de Wendy. Si has pensado en el mítico personaje animado creado por James Matthew Barrie en la historia de Peter Pan, estás en lo cierto. Esta niña sirve de inspiración para hablar de una serie de rasgos y comportamientos comunes que suelen estar relacionados con las mujeres. En talentiam como expertos en recursos humanos te contamos de qué se trata para que puedas valorar si eres víctima de esta pauta para ponerle freno.

síndrome de wendy

El síndrome de Wendy, una breve introducción

Como hemos comentado, este síndrome se inspira en la pequeña Wendy. Si tienes buena memoria, recordarás a Wendy como una niña afable con un marcado rol de cuidadora. Al inicio de la ficción, se desvive por sus hermanos, después por Peter Pan, el niño que no quiere crecer. Así, Wendy se convierte en una mujercita necesidad de complacer y agradar constantemente a la gente que le rodea, perdiéndose (en algunos momentos) a sí misma. Ahora que recordamos los principales rasgos de Wendy, es más fácil de comprender este síndrome.

Cómo afecta a nivel laboral

Primero, es importante dejar claro que no es un trastorno ni una enfermedad, como comenta la psicóloga clínica Gema Sánchez Cuevas en Vogue. La experta puntualiza que son «comportamientos comunes que se han detectado en algunas personas y que se traducen en dimensiones clínicas que requieren un tratamiento terapéutico». Asimismo, agrega que actúan así en «la mayoría de las ocasiones por miedo al abandono, al rechazo, o al conflicto. En el fondo se relaciona con una actitud inmadura”.

En el campo laboral, las personas que sufren el síndrome de Wendy se suelen mostrar disponibles en todo momento, a pesar de tener tareas y ocupaciones propias, Además, les cuesta poner límites a los demás y son altamente autoexigentes. Al necesitar aprobación constante, requieren un feedback continuo y evitan los conflictos a toda costa, aunque sea necesario debatir para mejorar las cosas. En los casos más extremos, pueden llegar a ser víctimas de abusos a nivel laboral.

En estos casos, se recomienda que las personas que se sientan identificadas con este patrón acudan a un profesional para valorar una posible terapia que les permita avanzar en el campo personal y profesional.

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Fotos | photography eli rezkallah, produced by plastik studios 2019

 

 

 

 

Recursos humanos

Qué hacer cuando tu jefe no respeta el derecho a las vacaciones

Comunicación y organización: hablamos de las claves para evitar un mensaje de tu jefe durante las preciadas vacaciones.

Seguro que más de una vez has estado con amigos o familiares de vacaciones y alguno de ellos ha estado enganchado al móvil pese a estar cumpliendo su derecho a la desconexión. Ahora, con el teletrabajo, ocurre aún más. Nuestra conexión con el mundo laboral depende de un gadget que tenemos todo el día en la mano y parece que eso nos «obliga» a estar atentos de la mañana a la noche, pero no tiene que ser así. A veces, este fenómeno ocurre porque no sabemos desconectar de nuestras laborales y tenemos la necesidad de conocer todo lo que sucede cuando no estamos. En cambio, lo más habitual es que nuestro jefe nos esté pidiendo «favores» cada pocos minutos. Y sí, eso va en contra del derecho a desconectar de los trabajadores y es ilegal. 

El fenómeno tras la conectividad (casi) total durante las vacaciones

Está genial tener flexibilidad y ser conscientes de que un trabajo no es siempre regular en tiempos y carga de trabajo. En función de cada posición, hay momentos del año más o menos fuerte y hay que saber adaptarse, pero el derecho a las vacaciones no entra a debate.  Según la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo (Eurofound), los teletrabajadores tienen, por lo general, más posibilidades de sobrepasar el máximo de horas semanales, y les cuesta más desconectar en pocos días.

A esto, le sumamos que «según una encuesta realizada por el portal de empleo InfoJobs, una de cada cuatro personas asegura conectarse siempre que sea necesario durante sus periodos vacacionales y otros estudios apuntan a que casi el 40% de los trabajadores necesita dos semanas o más para olvidarse del trabajo», apuntan en SModa.es. En resumen, cada vez es más imposible olvidar, durante unas jornadas, nuestros quehaceres habituales.

Qué podemos hacer como trabajadores para evitar la llama de nuestro jefe

En muchos casos, no está en nuestras manos tener un jefe bien educado para ejercer su función, pero quizás podemos ayudar a mejorar la situación. Al igual que cuando buscamos una subida de sueldo o una mejora en nuestras condiciones, sentarse con el superior a hablar con esto requiere paciencia y asertividad.

El primer consejo recae en la organización. Es clave sentarse con nuestro jefe una semana antes de iniciar nuestras vacaciones y dejar claros todos los puntos que puedan dar lugar a dudas cuando no estemos activos. Así, evitaremos mensajes innecesarios. Además, recomendamos también que dejes por escrito lo esencial, para no dar pie a ser información olvidada.

El segundo consejo tiene relación con la comunicación. De este modo, es clave comunicar que vamos a estar desconectados durante esos días y que «no vamos a existir para la empresa». Eso sí, hay que transmitir este mensaje con inteligencia emocional. Por lo tanto, también es relevante apuntar que lo vamos a dejar todo lo más cerrado posible para que esa ausencia apenas se note. 

El tercer consejo está en nosotros. Sí, saber desconectar y olvidar nuestra rutina es fundamental para poseer una buena salud mental. «Desconectar para conectar», esta popular frase es altamente cierta.

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Fotos | Zara

 

 

Recursos humanos

Trabajar en verano: cómo no perder el entusiasmo cuando las vacaciones acechan

Vacaciones, desconexión y apatía laboral, un mix que aparece cada verano para alterar nuestra rutina, te contamos cómo lidiar con este fenómeno.

Nos suele ocurrir a todos: cuando llega el verano y suben las temperaturas, nuestra mente se centra en las vacaciones. La apatía laboral, la desconcentración e incluso el cansancio pueden aparecer en un abrir y cerrar de ojos. Además, si somos padres y tenemos hijos a nuestro cargo sin escuela, nuestra rutina se ve modificada. Así, es normal que en verano se pierda el entusiasmo y aparezca cierta apatía. Quizás no es el mejor momento del año para marcarse grandes objetivos, pero si que sería interesante no caer en la indiferencia total. En talentiam, como expertos en recursos humanos, presentamos varios tips con los que afrontar el trabajo en verano que podemos poner en práctica hoy mismo.

vacaciones

Aceptar la situación y convivir con ella

Sí, a veces es necesario ser consciente de la realidad y no intentar luchar a capa y espada contra ella. En la época estival, más aún con las olas de calor que nos golpean, nuestro cuerpo y nuestra mente se ralentizan. Parece que levantarse por la mañana es más duro y que lidiar con el sueño es un reto, pero es un temporal pasajero. Lo mejor, aceptar que esto sucede y no frustrarse más de lo necesario.

Plantéate objetivos de pequeño alcance

Como ya hemos comentado, quizás los meses de verano no son el momento idóneo para plantarse un gran salto laboral. ¿Por qué? La apatía, la desconexión y la situación irregular de las empresas durante julio y agosto hacen que muchos procesos se vean alterados. Los clientes están de vacaciones o incluso nuestro día a día puede verse alterado por cubrir días festivos de otros compañeros. Es un momento ideal para cerrar pequeñas tareas que tenías abiertas y nunca cierras y para mirar a las novedades septiembre con tiempo.

Aprovecha la desconexión de las vacaciones

No importa si tienes unos días de vacaciones o estás out of the office todo agosto, aprovéchalo y no te sientes culpable de ello. Sí, el mundo hiperconectado en el que vivimos y las altas expectativas sobre nuestro rendimiento pueden llevarnos a sentirnos «mal» por desentendernos de nuestro trabajo durante unas semanas, pero el cuerpo y la mente lo necesitan. Desconectar para volver a conectar es un buen consejo para todos aquellos que pierden el entusiasmo en verano.

Septiembre, un nuevo comienzo

Somos muchos los que vivimos con el calendario escolar como guía. Por este motivo, septiembre es el punto de partida de nuestra vida laboral. Si has desconectado durante tus vacaciones y has logrado cumplir con tus pequeños objetivos laborales del verano, seguramente tu energía en septiembre esté por las nubes, con todo lo bueno que ello conlleva.

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Recursos humanos

Nuevo trabajo, nueva estrategia: qué es el job shadowing y por qué es tan efectivo

Si te enfrentas a un nuevo trabajo y quieres adaptarte a la perfección, te recomendamos que tu empresa y tú sigáis el sistema job shadowing.

Tras el paso de la pandemia y los numerosos cambios en el panorama laboral que hemos vivido durante los dos últimos años (con ERTES, cierres o despidos masivos en grandes compañías) parece que todo ha vuelto a una relativa calma. Esto supone que muchos de nosotros tenemos en mente lanzarnos a un nuevo proyecto o que las empresas se planteen contratar a nuevas personas para su equipo. Tanto si eres junior como senior, siempre es un rato lanzarte a una piscina, tanto en la función de educador como de alumno. En talentiam, expertos en recursos humanos, descubrimos qué es el job shadowing (o trabajo en la sombra, en castellano) y cómo puede ayudarte en esta aventura.

job shadowing

De tú a tú, el sistema de toda la vida

Como el propio nombre indica, el trabajo en la sombra consiste en recuperar el sistema del «aprendiz» de nuestros abuelos y padres. Hace décadas, cuando entrabas en una empresa, estabas un cierto periodo de tiempo aprendiendo de un compañero. Parece que ahora esta práctica se ha perdido y que las compañías esperan que, de un día a otro, el trabajador conozca al detalle la forma de plantear las labores, pero eso es un error.

Adiós a las largas reuniones que no sirven para nada

Suele ocurrir: la agenda del nuevo está repleta de reuniones en las que cada sección de la empresa explica en qué consiste su trabajo. A esto le sumamos que se exponen las tareas que debe realizar el trabajador. Tanta información de golpe es prácticamente imposible de gestionar para una persona, así que es mejor hacerlo poco a poco. Si el nuevo empleado se sienta junto a otro (que desarrolle su mismo trabajo) durante varias jornadas, es más fácil retener todos los datos. Desde los nombres hasta las funciones, pasando por cómo se ejecuta cada paso de un proyecto, la información es más fácil de retener si se presenta en calma.

Las dudas, directas

Gracias a este sistema, el trabajador y la empresa podrán detectar de forma más sencilla las dudas y las necesidades que puedan ir surgiendo durante el proceso de adaptación. Cuando todo va rápido, se escapan detalles que pueden ser de vital importancia. El trabajo en la sombra fortalece el vínculo del equipo, ayuda a reconocer los «fallos» y crea una dinámica positiva desde el inicio. 

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Recursos humanos

Cómo lidiar con las consecuencias de ser multitasking en nuestro trabajo

Hablamos del multitasking y de los motivos por los que no es tan bueno como la sociedad nos ha hecho creer.

Hacer muchas cosas a la vez es una de las epidemias laborales del siglo XXI. Un clásico: entras en un trabajo para hacer una tarea y acabas asumiendo un sinfín de labores que te conducen a un estrés mayor, una falta de concentración y una compensación menor (ya que no se te recompensa a nivel económico ese esfuerzo a final de mes). Está bien tener la capacidad de gestionar varias laborales al mismo tiempo, pero puede acabar con nuestra salud mental. En talentiam hablamos sobre el mustitasking y sus consecuencias a nivel laboral y personal.

Ser multitasking: pérdida de memoria y menos capacidad para prestar atención

En un artículo publicado recientemente en Smoda.es hablan con el psicólogo especialista en Psicología Cognitivo Conductual Tomás Santa Cecilia. El experto apunta que “los estudios que se han llevado a cabo al respecto vienen a demostrar que en la multitarea lo que haces es estresar nuestro sistema nervioso central, concretamente, el cerebro. A lo largo de la historia, las sociedades se han guiado por falsas creencias o mitos y, precisamente, existe en nuestra cultura una falsa creencia de que la multitarea es efectiva. Lo que estamos viendo es que la gente que lleva muchas tareas a la vez durante un período continuado en el tiempo, lo que termina es totalmente agotada y estresada”.

A todo esto, el profesional añade que «el estrés laboral es, hoy en día, una de las principales causas de consulta psicológica entre personas en edad de trabajar». Lo que supone que «realmente lo que consigue es ir mermando nuestra energía y nos crea agotamiento y un sentimiento de frustración constante«.

Además, este fenómeno también se relaciona con los avances vertiginosos que estamos viviendo. “También hemos de ser conscientes de que llevamos un ritmo de vida que es el que marca la tecnología y las máquinas. Pero es que nosotros no somos ordenadores, el ser humano no puede estar disponible 24 horas los siete días de la semana. Por lo que es fundamental pautarse unas horas al día para descansar”.

Cómo lidiar con las consecuencias del «multitasking»

Si debemos afrontar este dilema, es importante saber emplear la asertividad (saber decir las cosas sin herir a los demás), aprender a poner límites y decir «no» cuando veamos que se nos escapa de las manos la situación. Por lo tanto, debemos saber transmitir a nuestro superior qué tareas son las prioritarias y qué tiempo disponemos para ellas. Es esencial dar a conocer de forma clara qué vamos a poder lograr en esa jornada y qué tendrá que esperar a mañana. Asimismo, es recomendable programar el tiempo que vamos a dedicar a cada actividad y gozar de la labor terminada para iniciar otro reto desde cero.

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