Retail/Moda
La transición ecológica y los costes de producción amenazan el futuro de las marcas jóvenes
04/12/2024 0 Comments
|La difícil situación económica y la transición ecológica ponen en jaque a las marcas emergentes, obligando a muchos diseñadores a reinventarse.
La industria de la moda enfrenta una grave crisis que afecta especialmente a las marcas emergentes y a los jóvenes diseñadores. Estos se encuentran atrapados entre la alta gama y la moda rápida, con dificultades financieras, de producción y distribución, además de tener que adaptarse a la transición ecológica que está reconfigurando el sector. La situación es aún más compleja debido a la intensa competencia y a la escasez de apoyo por parte de los minoristas. A raíz de un artículo publicado en Fashion Network, hablamos sobre esta situación que implica a los diseñadores emergentes.
La falta de liquidez y los plazos de pago extendidos de los minoristas agravan aún más la situación. Algunos diseñadores, como Marianna Ladreyt, han tenido que revisar sus modelos de negocio, enfocándose en productos más exclusivos y reduciendo su presencia en el mercado mayorista. Otros, como Jeanne Friot, luchan por encontrar un equilibrio entre la visibilidad mediática y la sostenibilidad financiera. Además, las grandes tiendas y almacenes ahora prefieren marcas consolidadas, lo que deja poco espacio a los jóvenes diseñadores, que no pueden competir en igualdad de condiciones debido a los elevados precios de producción y las bajas órdenes de compra.
En este contexto, los diseñadores emergentes deben encontrar formas innovadoras de sobrevivir, como la colaboración entre marcas y la venta directa. Muchos recurren a premios y concursos, como el Festival de Hyères o el Premio LVMH, que aunque brindan visibilidad, no garantizan éxito comercial. La falta de apoyo institucional y la retirada de programas de ayuda pública empeoran la situación. Además, la transición hacia un modelo de producción sostenible requiere inversiones que muchos diseñadores no pueden afrontar, lo que los coloca en una posición aún más vulnerable.
La crisis también afecta la cadena de suministro, con proveedores que enfrentan dificultades para adaptarse a los cambios impuestos por la transición ecológica y la reducción de volúmenes de producción. Los jóvenes diseñadores no solo deben lidiar con problemas financieros, sino también con la complejidad de crear en un entorno de constantes cambios tecnológicos y normativos. La transición ecológica y los costes de producción amenazan el futuro de las marcas jóvenes, mientras que la industria de la moda en su conjunto continúa enfrentando un futuro incierto.