Sostenibilidad
Centroamérica lo tiene claro: la ropa de segunda mano no tiene rival
03/05/2023 0 Comments
|Nos hacemos eco de un estudio que confirma el auge de la moda de segunda mano en varios países de Centroamérica.
Hablar de moda sostenible no es, tan solo, hacer referencia a tejidos eco o a procesos de fabricación respetuosos con el medio ambiente, la sostenibilidad es un estilo de vida y cada uno de nuestros actos tiene repercusión en la salud de nuestro entorno. «Confeccionar unos ‘jeans’ requiere unos 7.500 litros de agua, el equivalente a la cantidad de ese líquido vital que bebe una persona promedio en siete años», expuso la ONU en la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) del pasado 2019. Ante estos datos, nos preguntamos el porqué de seguir produciendo ropa si la que existe en la capa de la tierra sería suficiente para vestirnos a todos.
«Según las previsiones, el valor económico de la reventa de moda crecerá hasta los 476.000 millones de dólares estadounidenses en 2030, lo que la convierte en el mayor modelo de negocio de la moda circular. También se prevé que el alquiler de ropa experimente un crecimiento significativo, alcanzando un valor de 167.000 millones de dólares estadounidenses», apuntan en Statista. Varios países que componen Centroamérica tienen claro que la moda de segunda mano es el presente y el futuro de nuestro sector.
Centroamérica apuesta por la circularidad
En palabras de Fashion Network, de acuerdo con un estudio de Garson&Shaw publicado en San José, «estima que entre 2011 y 2021 la industria de ropa usada en estos países creció por un valor de 274 millones de dólares (248,8 millones de euros)» en Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua. «Nuestro reporte estima que en los primeros años de la década de 2040 el sector de la ropa usada tendrá más de tres millones de empleos en los cuatro países estudiados de Centroamérica (…) y generará cerca de 200 millones de dólares (unos 181,6 millones de euros) en beneficios a través de impuestos», defiende la investigación.
Asimismo, el articulado explica que Nicaragua es el país que ha experimentado un mayor crecimiento. «Alrededor del 80 por ciento de la población de Nicaragua adquiere ropa o calzado usado», señaló el informe. «La industria creció un 280 por ciento en la última década. En 2021, unas 52.500 toneladas de ropa usada (el 1,9 por ciento del total mundial) fueron importadas a Nicaragua, que se posicionó en el puesto 19 de países consumidores de textil de segunda mano», unos datos muy relevantes.
Por otro lado, Guatemala «importó 130.000 de ropa usada (3,4 por ciento del total mundial) y se ubicó como el noveno mayor importador de estos productos en el mundo. En ese año el beneficio gracias a impuestos en esta industria ascendió a 40,2 millones de dólares (36,5 millones de euros). Desde 2017 las importaciones crecieron 10 por ciento».
Finalmente, Honduras «adquirió en 2021 66.000 toneladas de ropa de segunda mano (2,7 por ciento del comercio internacional) y supuso estar en el lugar 17 entre los mayores importadores en el mundo», mientras que El Salvador importó «en 2021 unas 35.000 toneladas de ropa usada (1,9 por ciento del total mundial) y el país se colocó como 23 a nivel de importaciones en el mundo. Fueron 16 millones de dólares (14,5 millones de euros) en impuestos los recaudados por el gobierno a través de la industria textil de segunda mano, que supone el 1,4 por ciento del PIB nacional».
Estos números avalan el crecimiento de una tendencia de consumo que además de respetar nuestro entorno también favorece el movimiento de la economía.
Fotos | vía Unplash, Ricardo Gomez Angel, Noémie Roussel, Hugo Clément