Hablamos sobre reparar la ropa, una tendencia al alza que se plantea como una alternativa muy válida para apostar por la sostenibilidad.
Hablamos tanto de sostenibilidad y hay tantas alternativas para consumir con ética que es difícil saber a ciencia cierta qué opciones son las más sencillas y efectivas. Dejar de lado la compra excesiva y el fast-fashion son dos pautas a evitar, ¿pero qué más hay en nuestras manos? El alquiler, la ropa de segunda mano o la moda por encargo son tendencias de las que ya hemos hablado. A estas tres le sumamos la reparación de prendas, una modalidad a la que cada vez se suman más firmas y plataformas y que fomenta la durabilidad y la longevidad de las piezas. En definitiva, que apuesta por la sostenibilidad y evita que la ropa acabe en la basura antes de finalizar su ciclo de vida.
La popular firma de moda danesa Ganni ha hecho público su vínculo con el servicio de arreglos a medida de Sojo, una noticia que leemos en el portal británico Fashion United. “Las compras online tienen un coste ambiental enorme debido a la cantidad de devoluciones que se ejecutan, y la mayoría de las devoluciones se deben a un ajuste de las prendas no adecuado”, apunta la CEO y fundadora de Sojo, Josephine Phillips.
¿Cómo funciona este servicio? «Sojo modificaciones a la comunidad de Ganni, prolongando la vida de la ropa. Si bien el servicio solo está disponible en Londres en este momento, se espera que la colaboración se expanda al resto del lanzamiento piloto posterior al Reino Unido. Los clientes pueden reservar reparaciones gratuitas a través de la web de Ganni, que funciona con recogida y entrega en bicicleta».
Los datos son escalofriantes: en Vogue apuntan que «en el Reino Unido, aproximadamente el 55% de la ropa que las mujeres tienen en el armario no llega a estrenarse». Unos números alarmantes que dejan claro que aún tenemos mucho camino por recorrer. A esta novedad de Ganni le sumamos que otras plataformas ya abogan por la reparación. Farfetch, Manolo Blahnik y Nicholas Kirkwood han anunciado recientemente su colaboración con The Restory, empresa experta en la reparación y restauración de lujo, leemos en el mismo medio.
«La concienciación sobre el positivo impacto de las reparaciones es cada vez mayor. Cada vez más consumidores tienen como expectativa que las marcas ofrezcan servicios de arreglo», detalla Emily Rea, cofundadora y responsable de marketing y desarrollo empresarial de The Restory. Otras firmas, especialmente dentro del universo del lujo, ofrecen el servicio de reparación a sus clientes desde hace años y años.
Por ejemplo, Mulberry o Hermès siguen esta dinámica. Según descubrimos en el medio anteriormente citado los servicios de Mulberry «prolongan cada año la vida útil de 10.000 bolsos en su fábrica de Somerset». ¿Es la reparación de las prendas y los accesorios el futuro verde de la moda? Está claro que es una alternativa muy válida.
Hablamos del Black Friday y de tres opciones para sumarte (o no) a esta festividad desde un punto de vista sostenible y ético.
Seguro que a estas alturas del año has leído y escuchado unas mil veces las palabras Black Friday. El «viernes negro» de las compras, nacido en Estados Unidos, se ha convertido en una jornada (o unas jornadas, mejor dicho) que promueven el consumo exacerbado. Además, los datos apuntan a que los descuentos que se producen en estas fechas no son tan «reales» como parecen: «la OCU señala que solo el 18,8% de los productos monitorizados alcanzó su precio mínimo durante la semana de la campaña, mientras que un 27,5% subieron de precio y solo un 3,4% tuvieron un precio mínimo el 27 de noviembre, el popular “viernes negro” (haciendo referencia al 2020). Asimismo, «según el Informe Black Friday 2021, elaborado por Webloyalty, durante la jornada de este año, el gasto medio de los españoles se elevará un 20% hasta alcanzar los 180 euros».
Así que nos encontramos ante una campaña que, en teoría, se presenta como favorable al consumidor, pero no lo es. «Comprar durante la Black Week fue, de media, un 0,5% más caro que en las semanas previas, y el Black Friday lo fue un 2,6% más». A todo esto le sumamos que en muchos casos son compras innecesarias realizadas bajo impulsos que se traducen en posteriores devoluciones. Ante un gran mal, una gran solución. Varias firmas y plataformas de e-commerce se suman a alternativas a esta festividad y en talentiam nos hacemos eco de las propuestas que dicen «sí» al consumo consciente y ético.
Green Friday, la alternativa verde al Black Friday
«El Green Fridayse celebrará como su antagonista el próximo 26 de noviembre y promueve unas fiestas ‘slow’, en las que si vas a comprar, apuestes por el reciclaje, el pequeño comercio, los regalos artesanales o las ventas de segunda mano», leemos en El Mundo. O mejor aún, no se consuma ese día. Gigantes como Ikea se suman a esta iniciativa. En Trendencias descubrimos que «la multinacional sueca se centrará en la compra de muebles usados para darles una nueva vida. En esta campaña, ofrecerán hasta un 50% más de valor en las tasaciones de muebles de segunda mano que entreguen los clientes mediante su servicio de recompra entre el 15 y el 28 de noviembre. Eso sí, a cambio recibirás una tarjeta de reembolso Ikea».
«Y es que una opción para transformar esta fecha en un evento sostenible es dar una segunda vida a lo que tenemos y no tirar aquello que está en buen estado sisno donarlo. De este modo, al mismo tiempo que contribuimos a reducir la huella ecológica, podemos mejorar la vida de otras personas», unas palabras que dejan claro que los productos tienen una larga vida.
Giving Tuesday, dar es la mejor alternativa
Otra forma de apostar por la sostenibilidad en el Black Friday «es algo tan simple y humano como dar». El Giving Tuesday, como apuntan en El Español, «es un movimiento global que promueve la solidaridad entre personas, organizaciones y empresas. Se trata de un martes –este año, el 30 de noviembre– dedicado en todo el mundo a celebrar la acción de dar, ya sean alimentos, dinero, tiempo –con voluntariados– u objetos de segunda mano». «El año pasado en España se recaudaron 496.795 euros en beneficio de causas sociales gracias a particulares, empresas y escuelas. Con el hashtag #GivingTuesday se dio visibilidad a las acciones promoviendo así la solidaridad entre personas», según cuentan desde la plataforma Giving Tuesday.
Buy Nothing, lo más sencillo
Por último, hablamos de una opción que se limita, sencillamente, a no consumir en esta jornada. Esta jornada promueve, a nivel mundial, abstenerse de comprar cualquier cosa durante 24 horas como muestra global contra el actual modelo de producción y de consumo establecido.
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Descubrimos qué es el Índice Higg, una herramienta de medición que puede cambiar por completo cómo consumimos moda sostenible.
En muchas ocasiones, tecnología, innovación y sostenibilidad se dan la mano. Avanzar hacia un futuro verde implica investigación y constante actualización de nuestros conocimientos. Por este motivo, la Coalición de Ropa Sostenible (la unión de ONG y compañías como Asos, Inditex y H&M) lanzó en 2011 el Índice Higg, «un conjunto de herramientas para medir la sostenibilidad que algunos esperan que se convierta en el estándar de la industria de la confección». En talentiam conocemos en profundidad qué es esta plataforma que se engloba dentro del universo de la moda sostenible.
¿Qué es el Índice Higg?
Primero, debemos descubrir en qué se basan estas herramientas. En fashionunited.es leemos que «el Índice Higg comprende un conjunto básico de cinco herramientas que evalúan el rendimiento social y medioambiental de la cadena de valor y el impacto medioambiental de los productos en temas como el uso del agua, las emisiones de carbono y las condiciones laborales·.
Además, «hay dos herramientas centradas en los productos: El Índice de Sostenibilidad de Materiales de Higg (MSI de Higg) permite a los diseñadores y desarrolladores de productos evaluar y comprender los impactos de millones de posibles variaciones de fabricación, mientras que el Módulo de Producto de Higg (PM) mide los impactos de un producto de principio a fin, desde la elección de las materias primas hasta el final de su uso».
A todo esto le sumamos que «también hay dos herramientas basadas en las instalaciones: El Módulo Medioambiental de Instalaciones de Higg (FEM) evalúa una instalación a través de varias dimensiones como la energía y las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), el uso de agua y los afluentes, la gestión de residuos y los productos químicos. Por su parte, el Módulo Social y Laboral de las Instalaciones de Higg (FSLM) se centra en temas como las horas de trabajo, los salarios y las prestaciones, la salud y la seguridad, y el empoderamiento de las comunidades».
Finalmente, encontramos «el Módulo de Marca y Comercio Minorista de Higg (BRM), evalúa los sistemas de gestión de una empresa, los productos, las cadenas de suministro, los envases, las tiendas minoristas, las oficinas, el transporte, y los centros de distribución».
Qué no puede medir este conjunto de herramientas
Según leemos en la entrevista del citado medio, «en el caso de las herramientas de productos Higg, hay un factor adicional: la información debe ser medible a través de un marco de ACV (evaluación del ciclo de vida) para ser incluida. La liberación de microfibras (incluyendo los microplásticos) actualmente no puede ser cuantificada a través del ACV y, por lo tanto, no está incluida en el Índice de Sostenibilidad de Materiales de Higg y en el Módulo de Producto».
Objetivos de futuro
Los expertos están «trabajando para ampliar el Programa de Transparencia de Higg en los próximos dos años, para incorporar datos medioambientales de las instalaciones a través del Módulo Medioambiental de Higg, datos de las operaciones de venta al por menor de la marca a través del Módulo de Marca y Venta al por menor de Higg. A finales de 2023, el programa se habrá ampliado para incorporar datos sociales de las instalaciones a través del Módulo Social y Laboral de Higg Facilities. Esto lo convertirá en el primer sistema holístico para comunicar el rendimiento de la sostenibilidad a lo largo del ciclo de vida de un producto».
Este tipo de herramientas resultan muy útiles para catalogar el grado de sostenibilidad de una empresa y pueden ser una buena opción para que los consumidores decidan con consciencia qué marcas adquirir.
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El «made in Spain» se revaloriza y estos bolsos que aúnan diseño, ética y compromiso con el medio ambiente así lo defienden. Una apuesta para dar alas a la sostenibilidad y al comercio local.
Los datos así lo avalan: el «made in Spain» está de moda. Este tipo de consumo, centrado en apostar por productos realizados dentro de nuestras fronteras, también ayuda a nuestra economía. «Una mayor preferencia por el consumo de bienes y servicios ‘made in Spain’ puede suponer un empujón para la actividad económica», leemos en El Economista. Ante la posibilidad de carecer de ciertos bienes en pocos días, dar alas a la fabricación local se convierte en una idea aún mejor. ¿Cómo podemos hacerlo? Fácil: los amantes de la moda tenemos la opción de comprar accesorios con sello español, como bolsos y calzado. Además, hay firmas que trabajan con materiales sostenibles, un plus a tener en cuenta. En talentiam somos expertos en moda y sostenibilidad, de este modo cazamos tres marcas nacionales cuyos bolsos cumplen con todas nuestras expectativas.
D-Raíz
Empezamos con una marca gallega. D-Raíz crea «complementos de moda sostenible» y «revaloriza la manufactura artesanal, de producción local, hecha con pasión y cariño». En su catálogo damos con «diseños atemporales en ediciones limitadas bajo la filosofía de producción sostenible hecha en España. Basada en el aprovechamiento de los recursos naturales, reduciendo así el impacto medioambiental«.
Si hablamos de materiales, la marca emplea «materias primas de origen vegetal como el Piñatex, a partir de fibra de hoja de piña. Biomateriales como el Malai, de fibra de coco compostable. Tejidos recuperados de stocks inutilizados. Algodón orgánico, lino, tencel o cáñamo». Asimismo, apuestan por «un modelo circular de ecodiseño con especial atención a todo el ciclo de producción, uso y fin de vida de los productos. Buscando el mínimo impacto ambiental en cada fase. Y facilitando la reutilización o reciclaje sin comprometer la funcionalidad ni la calidad».
Delora
Delora da vida a «diseños atemporales fieles a su forma práctica y trabajados desde la sostenibilidad. Desde lino natural certificado EUROPEAN FLAX® Standard hasta algodón 100% y algodón pre-consumer reciclado«. En su web leemos que «nos tomamos muy en serio el impacto ambiental que nuestra actividad podría generar. Seleccionamos materiales en función de su origen, durabilidad y resistencia en el tiempo. No utilizamos materiales de origen animal, no le vemos sentido. Para el embalaje trabajamos con Kartox (España) utilizando cajas de papel 100% reciclado y cinta de papel kraft. Aun así, somos conscientes de que algún impacto ambiental es inevitable. Es por eso que seguimos explorando nuevas formas de confección y transporte de nuestros productos».
Canussa
Bajo el claim «made in Spain» se presenta la firma Canussa. La casa afirma que «apostamos por el pequeño y mediano comercio, ya que es un sector estratégico de la economía, creando empleo de calidad y vertebrando la vida de las ciudades. Además, queremos estar en establecimiento donde se comparten nuestros valores, por ello fundamentalmente estamos en tiendas de moda sostenible y vegana y marketplaces que promueven una moda sostenible«.
Asimismo, «el medioambiente nos preocupa de verdad y por ello nos gustaría que Canussa tuviese un impacto positivo en él. Por esa razón, gracias a la colaboración con One Tree Planted plantamos un árbol por cada Canussa que vendemos«. En relación con los materiales, «los tejidos SEAQUAL están fabricados con hilo de poliéster de alta calidad elaborado a partir de materiales reciclados que incluyen botellas de plástico postconsumo y plástico capturado del mar, por lo que contribuyen a preservar los recursos naturales y a mantener los océanos más limpios. En cada bolso Canussa hemos utilizado hasta 10 botellas de plástico y hemos contribuido a dar una segunda vida a plásticos recolectados del mar».
Esperamos poder presentar más marcas relacionadas con este compromiso durante los próximos meses. Si quieres conocer todas las novedades del sector Fashion-Retail síguenos en nuestras Redes Sociales (Instagram, Facebook y Twitter).
Seguimos dando forma a nuestro diccionario relacionado con la sostenibilidad y la moda con nuevos términos que quizás desconoces. Toma nota de lo que esconden estas palabras que harán de este mundo un lugar mejor.
Nuestro diccionario de la sostenibilidad en el mundo de la moda sigue creciendo. Ya conocemos términos como downcycling, upcycling, materiales biodegradables, moda ética y microplásticos, palabras clave para comprender mejor los cambios que está viviendo una industria que mira hacia un futuro «limpio» y respetuoso con el medio ambiente. En esta nueva edición presentamos cinco conceptos nuevos, que tienen relación con la agricultura o con la forma de categorizar a las compañías.
Agricultura regenerativa
Según la Regeneration International, la agricultura regenerativa se refiere a las prácticas agrícolas que reconstruyen la materia orgánica del suelo y restauran la biodiversidad degradada del mismo, mejorando la tierra en lugar de usarla puramente como recurso. «Consiste en rehabilitar el suelo y mantenerlo productivo el mayor tiempo posible para evitar la expansión agresiva a nuevas áreas, por ejemplo, cortando bosques. La fertilidad del suelo es necesaria no solo para producir cultivos que satisfagan las necesidades humanas, sino también para proporcionar forraje para el ganado».
B Corp
Este es un tipo de certificación que mide el triple resultado de una empresa, teniendo en cuenta a los trabajadores, los clientes, los proveedores, la comunidad y el medio ambiente. Entre otras, encontramos marcas como Toms, Veja y Finisterre. «Las empresas con la certificación B Corp van más allá del objetivo de generar ganancias económicas e innovan para maximizar su impacto positivo en los empleados, en las comunidades que sirven y en el medio ambiente. Alcanzan los más altos estándares de desempeño social y ambiental general, transparencia y responsabilidad y aspiran a utilizar el poder de los negocios para resolver problemas sociales y ambientales».
Cadena de valor
La cadena de valor es el proceso mediante el cual una empresa agrega valor a un producto, incluida la producción, el marketing y la prestación de servicios posventa. Muchos problemas de la moda rápida se encuentran en la cadena de valor, ya que las empresas intentan maximizar el valor mediante la explotación de los recursos humanos y naturales.
Cradle-to-grave
Es la evaluación del impacto ambiental de un producto desde el proceso de producción (también conocido como «nacimiento» del producto) hasta la eliminación del producto (también conocido como «muerte» del producto). El análisis cradle-to-grave, también conocido como evaluación del ciclo de vida, recopila, evalúa e interpreta datos asociados con el impacto ambiental de una empresa.
Compensación de carbono
Las altas dosis de emisión de carbono coloca a la industria de la moda dentro del listado de los sectores más contaminantes del mundo. Según apuntan los expertos, la industria es responsable de entre un cuatro y un 10 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero cada año. Es por eso que un número cada vez mayor de marcas ha comenzado a compensar las emisiones de carbono: invirtiendo en proyectos que se centran en la reducción de emisiones, como la restauración de bosques.
Con gran ilusión seguimos completando este glosario que nos acerca aún más a un consumo consciente. Si quieres conocer todas las novedades del sector Fashion-Retail síguenos en nuestras Redes Sociales (Instagram, Facebook y Twitter). ¡Súmate el movimiento verde!