Retail/Moda
La segunda mano en Europa crece mientras el lujo tiembla
Talentiam | 29/01/2025 0 Comments
La segunda mano ha experimentado un auge significativo en Europa en los últimos años, impulsado por una creciente conciencia sobre la sostenibilidad y la moda circular. Hablamos sobre una start-up que está dando mucho de qué hablar.
El auge de la segunda mano se ha consolidado como una de las principales soluciones sostenibles en la moda, permitiendo a las marcas reducir su impacto ambiental y prolongar la vida útil de sus productos. Este cambio de paradigma está impulsado por la creciente conciencia sobre la sostenibilidad y la economía circular, que han logrado atraer a consumidores de todas las edades hacia el mercado de productos preusados. Un nombre propio es uno de los «culpables» de este nuevo ritmo según Fashion United.
Faume es una start-up que, en tan solo cuatro años, ha logrado posicionarse como un referente en el sector de la segunda mano para marcas de prêt-à-porter. Fundada en 2020 por Aymeric Déchin, junto a Nicolas Viant, Jocelyn Kerbourc’h y Lucas Patricot, la empresa surgió en un momento de transformación para la industria de la moda. En un contexto de crisis sanitaria y altos costos de marketing, Faume vio una oportunidad en el creciente mercado de la segunda mano, especialmente en Europa. Mientras el mercado de productos nuevos se estancaba, la segunda mano crecía a un ritmo acelerado.
La idea principal de Faume es ofrecer a las marcas de moda una forma de gestionar sus propios mercados de segunda mano, ayudándolas a internalizar la distribución y mejorar la experiencia del cliente. A través de un software especializado, Faume facilita a las marcas la venta de productos reacondicionados, con herramientas adaptadas a cada necesidad, desde la fijación de precios hasta la gestión de inventarios. La compañía ha crecido gracias a la colaboración cercana con sus primeros clientes, como Aigle y Balzac Paris, quienes no solo ayudaron a desarrollar el producto, sino que también impulsaron su visibilidad en el mercado.
Además de la parte técnica, Faume se ha centrado en ofrecer un servicio personalizado, actuando como consultores para las marcas. La empresa trabaja con más de 40 marcas, principalmente de alta gama y lujo, y ha aprendido a adaptarse a los distintos desafíos de cada sector. En el caso de las marcas de lujo, por ejemplo, Faume se enfoca en construir una narrativa alrededor de la idea de «legado», destacando la calidad y el valor a largo plazo de los productos de segunda mano.
El modelo de negocio de Faume ha demostrado ser beneficioso tanto para las marcas como para los consumidores. Las marcas han encontrado en la segunda mano una forma de atraer a nuevos clientes, especialmente jóvenes que no habían comprado sus productos previamente. Además, el sistema de recompra de productos de segunda mano ha permitido fidelizar a los clientes y generar una nueva línea de ingresos. De hecho, algunas marcas ya obtienen hasta un 10% de su facturación online a través de estas ventas.
Faume tiene una visión ambiciosa: aunque no espera que la segunda mano supere a los productos nuevos, su objetivo es que las ventas de segunda mano sustituyan las rebajas tradicionales. Esto no solo beneficia a las marcas en términos de sostenibilidad, sino que también contribuye a prolongar la vida útil de los productos y a reducir la huella de carbono de la industria. Con un equipo de 35 personas, Faume sigue creciendo rápidamente, con un aumento del 60% en 2023 y planes de expandir su base de clientes a 150 marcas en los próximos años. Actualmente, un 40% de sus ingresos provienen del mercado internacional, con una fuerte presencia en Europa y planes de expansión hacia Estados Unidos y Asia.
Como contrapartida, los datos de lujo siembran dudas. A pesar de su crecimiento en varias divisiones, el conglomerado francés de lujo Moët Hennessy Louis Vuitton (LVMH) se ha visto afectado por el entorno desafiante del mercado en el año fiscal 2024, tal y como leemos en Fashion Network. Los ingresos totales del grupo cayeron un 2% respecto al récord anterior, aunque lograron un pequeño aumento orgánico del 1%. En particular, la división de Moda y Marroquinería experimentó una disminución del 3%, reflejando un enfriamiento en la demanda de productos de lujo en algunas de sus marcas más icónicas. Sin embargo, a pesar de los desafíos, sectores como Perfumes y Cosméticos y Distribución Selectiva lograron crecer, mostrando que el lujo sigue siendo resiliente, aunque en un contexto de mayor cautela por parte de los consumidores.
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